Aquí me pongo a cantar
al compás de la viguela,
que el hombre que lo desvela
una pena estraordinaria,
como la ave solitaria
con el cantar se consuela.
Ser de vuelo tan alto,
tan extendido,
que tu llegadaparece
cielo cernido.
¡Si yo pudiera
remontarme al origen
de tu carrera¡
Perfuma violeta
mi buen corazón
y tú,alma poeta
dime una canción.
¡
Ay querencia, dolencia y apetencia¡:
tus sustancialesbesos,mi sustento,
me faltan y me muerosobre Mayo.
Miguel Hernández.